Dmiquel Cuina De Temporada

Mar Cubero Fabián

Muy buena la comida. Milhojas de patata con salsa brava, otra dimensión de la tradicional patatas bravas. La tatin de manzana riquisima. Todo perfecto. El trato del personal encantador. Un 10.

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Cena en pareja de sábado por la noche. Local pequeñito pero acogedor, buena decoración, buen ambiente, buenos consejos, buenas personas. Por encima de la comida, que vaya por delante que estaba todo muy bueno, destacaría a su propietario y alma mater. Pasión y personalidad a raudales. Sensibilidad especial a las intolerancias. Cenamos muy bien, pero por encima de la cena, estuvimos a gusto. Gracias Miquel.

Gabe Gartzia (Kamiel Malnanth)

Conocí de casualidad a Miquel en el tren de camino a Tortosa el año pasado. Me comentó de refilón que tiene un restaurante, y le dije que un dia me pasaría por ahí. Ayer fue el día, y no me decepcionó en absoluto. Todo el local brilla por su sencillez, y Miquel le pone la guinda atendiendo con un gustoso detalle. Es pequeño, pero íntimo. Para conversar en voz baja, o relajarse y disfrutar del ambiente. La comida es tan sencilla como el local. No pretenden reinventar la rueda, simplemente te ponen su versión de ésta, y se nota que saben cómo hacerlo. No recuerdo haber probado un gazpacho tan bueno. Los postres son caseros, y es la misma experiencia que con la comida. Simple y resultón. Y todo a un precio que te invita a volver, porque merece la pena.

Joan S. Alós Batlle

Bello, al estilo de Monica Bellucci. Un sitio pequeño, acogedor, en el que gozar de la compañía, la comida, un hablar moderado como en un lugar de culto. El menú extraordinario y a un precio muy razonable. Se paga en metálico, con un cálido apretón de manos. Dime cuándo vas, mejor reserva en catalán, francés, español, inglés y excelente si es en italiano. Si vas, nos vemos!